En Bolivia desde el año 1978 la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), patrocina el programa de voluntariado, desde ese año más de 1200 personas han venido al país a dejar su aporte en temas de salud, educación, formación técnica y tecnológica, medio ambiente, deportes, agricultura, agropecuaria entre otros.
Es gracias a este programa que el Instituto Técnico Atenea logró el apoyo de Atsuko Nakano, voluntaria que vino a capacitar e impulsar proyectos gráficos desde la perspectiva del mejoramiento de la calidad de vida de los bolivianos y la inclusión
Nakano a lo largo de su estadía manejó dos proyectos y varias actividades complementarias con el apoyo de estudiantes y docentes de Atenea.
“LaPaszo”, este proyecto está enfocado en el mejoramiento de la información del transporte público en La Paz mediante el desarrollo de una página web denominada “LaPaszo” (una palabra inventada que indica “pasear por La Paz”), en la cual se trabajó una guía de transporte público que ayudaría a los extranjeros a moverse con mayor facilidad en la urbe paceña.
El segundo proyecto fue dedicado al incentivo de la expresión artística de niños del Instituto de adaptación Infantil (IDAI). Gracias a este proyecto, el pasado 2 de marzo se presentó en el espacio Simón Patiño una muestra artística denominada “Diversidad divertida” acompañada de una animación en formato stop motion, realizada por los estudiantes de Atenea.
Finalmente, este pasado 25 de marzo, Nakano compartió las experiencias vividas durante estos dos años y recomendó en general el fomentar la autonomía en los estudiantes para capacitarlos a buscar su propia fuerza.
También recomendó que se debe ahondar más en la investigación de proyectos de diseño, abrir las perspectivas de formación hacia el estudio del diseño en el mundo todas estas acciones encaradas con el fomento al espíritu de investigación, la puntualidad, el compromiso y la motivación.
Atsuko, dejó una huella no solamente en la institución sino, mediante los proyectos que manejó, en niños bolivianos que gracias a las iniciativas de inclusión llevadas adelante con la guía de Nakano pudieron encontrar la forma de expresar sus sentimientos e ideas y como ella misma lo dijo “iluminar” desde su realidad.
Atsuko deja tras de sí un camino de crecimiento entre los docentes y estudiantes de Atenea, quienes aprendieron y crecieron gracias sus conocimientos.